martes, 24 de noviembre de 2009

vivir de recuerdos

Prefacio


Siempre supe que nunca me iba a olvidar de él, siempre supe que aunque hubiera ido a Marte abducida por los extraterrestres no iba a poder olvidar todo aquello, mi pasado.
Aún recuerdo su olor suave, su voz grave, sus ojos castaños, su piel morena, su pelo negro, sus labios dulces y sus suaves manos. Recuerdo su sonrisa, aquella sonrisa pícara que tanto me gustaba, recuerdo cada uno de sus besos, cada uno de sus abrazos, cada momento, cada segundo que pasé a su lado, aún los recuerdo con perfecta claridad.
Dicen que cuando estás a punto de morir tu vida pasa por delante de tus ojos y lo recuerdas todo como si estuviera pasando en ese momento pero es curioso yo ahora no veo mi infancia, no veo ningún momento de los que pasé en América, no veo nada de Colombia, no veo nada de eso, no veo a nadie de ellos.
Ahora en los últimos segundos de mi existencia sólo le recuerdo a él, sólo le veo a él y esa luz blanca, como si fuera un ángel, que brilla con tanta intensidad a su alrededor.Supongo que será porque para mí, mi vida siempre fue él.

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